
La maldad
Dejar crecer la maldad
es peor que ejecutarla;
No son tan malos los malos
como malos son
los que, pretendiendo ser buenos,
no hacen nada por evitarla.
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©Pacodecáceres
La maldad
Dejar crecer la maldad
es peor que ejecutarla;
No son tan malos los malos
como malos son
los que, pretendiendo ser buenos,
no hacen nada por evitarla.
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©Pacodecáceres

Meado se levanta
Meado se levanta
quien con niños se acuesta.
Enemigo a tus espaldas,
calculando sus abrazos
para subir la apuesta.
De la mano para el camino,
traidores y asesinos.
Que el orgullo no te ciegue.
Mide tus pasos
para subir la cuesta.
Asesino se levanta
el que con asesinos se acuesta.
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La paja en el ojo
Advertimos con facilidad
la paja en el ojo ajeno
pero la viga, en el nuestro,
nunca la vemos.
Nos llamamos tolerantes
porque es lo que se estila
pero nos rodea el odio
en todo cuanto se respira.
Nos gusta ser comprensivos
con nuestras propias ideas
pero nunca consentimos
las creencias ajenas.
¿Para qué escuchar otras ideas
cuando la razón es la nuestra?
Que escuchen ellos nuestros gritos.
Que cambien ellos su propuesta.
Que sean ellos, los intolerantes,
los que depongan su actitud
ante la razón
de nuestra fuerza.
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©Pacodecáceres
Contigo, pan y cebolla.
Tu conmigo, yo contigo.
Pan y cebolla para el camino.
Pan, para los buenos ratos,
cebolla, para los llantos.
Pan, para compartirnos,
comernos poco a poco,
pero enteritos.
Cebolla dulce, sin lágrimas
para deshojarnos juntos,
beso a beso,
capa a capa,
todo en silencio,
sin palabras.
Día tras día,
año tras año.
Tu conmigo, yo contigo
y pan y cebolla para el camino.
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©Pacodecáceres